Número 1: Daft Punk 'Get Lucky'

Si tuviéramos que hacer una clasificación actual resumida de lo que es el dance, podríamos decir que entre la corriente holandesa de sonido dutch house encabezada por djs como Hardwell, Fedde Le Grand o Chuckie, el estilo loco electro house de Steve Aoki, y los djs de trance como Armin van Buuren o Tiësto que se pasan al progressive house, encontramos a Daft Punk que rompieron con la tendencia actual y decidieron crear un álbum basado en sonidos completamente distintos a lo que escuchamos mayoritariamente y por la que apuestan la mayoría de productores.

Ellos decidieron que el pop, el funky, los sonidos ochenteros y su particular modo de entender la electrónica se combinaran en 'RAM' (Random Access Memories) y sinceramente creo que ha sido uno de los aciertos del año.

Porque demuestran ser independientes, fieles a sus ideas y con una una visión única de lo que debe ser la música electrónica.

Es el problema que observo desde hace tiempo en artistas como Hardwell, que el último año han crecido musicalmente mucho, con resultados y trabajos muy buenos, pero que empieza a resultar falto de originalidad por lanzar demasiados productos similares en poco tiempo. Al final el oído no aprecia los cambios por el bombardeo de temas con tanta frecuencia.

Daft Punk, Avicii o Calvin Harris se la han jugado este año con nuevas apuestas, y el resultado está siendo todo un acierto.